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Nací en Medellín, Colombia, America del Sur. Mi padre, pintor autodidacto, me animó a expresar mis emociones, sentimientos e intuiciones a través de la acuarela.
Después de la muerte de mi padre, en 1966, forjé mi camino y aprendí otras técnicas, como el óleo y la pintura acrílica. Infortunadamente, no fue sino hasta mi pensión en 1990 cuando pude dedicarme a mi pintura, con gran pasíón y entusiasmo. Mi estilo se ha ido desarrollando con una mayor libertad de expresión. Pinto de la imaginación, usando los colores como punto focal de mis investigaciones. No estoy investigando por sí, pero en el curso de tratar de hacer un mejor trabajo, logré mejorar substancialmente mi técnica.
El camino para crear algo hermoso es a menudo sacar ventaja de algo que ya existe, o combinar de una manera nueva y delicada ideas que ya existen.
Los pintores dejan tras sí una huella de su trabajo. Si se observa la obra de un pintor, en óden cronológico,encontrará que cada pintura se basa en lecciones aprendidas. Generalmente se empieza con un boceto, los detalles se van agregando gradualmente, pero no es sólo un proceso de adición, a veces los planes resultan estar equivocados. Después, todo cambia y entonces empiezas a ver positivamente tu trabajo